lunes, 24 de noviembre de 2014

Damnificados Subsidio Incendio

¿Cual es la prioridad de las autoridades con los damnificados del Incendio de Abril 2014?

Dada la tragedia vivida por miles de familias en Abril de 2014, he tenido la suerte de poder gestionar la venta de viviendas usadas a varias familias damnificadas, hasta este momento no se había generado ningún inconveniente con la entrega de los certificados de los subsidios adjudicados, para poder firmar la correspondiente escritura de compraventa y entregar la propiedad. Pero lamentablemente en los certificados emitidos y listos para ser entregados en Serviu Valparaíso desde el 17 de Noviembre, no pueden ser entregados a las familias favorecidas, por que, se necesita que se haga una ceremonia de entrega con prensa incluida. Creo que esta situación es aberrante por decirlo menos, ya que, existen familias en condiciones de hacinamiento, viviendo sin los servicios básicos, sin agua caliente, con baños químicos, de allegados, etc. Estas familias no se pueden ir a sus nuevos hogares por que no podemos firmar las escrituras, y ya llevamos una semana perdida.

Creo que la mejor publicidad en este tipo de situaciones es acelerar y agilizar las gestiones, no tramitar ni demorar la entrega de los certificados de los subsidios.


jueves, 4 de septiembre de 2014

Las oportunidades están más cerca de lo que parece

Inversor Global Presenta ...

Las oportunidades están más cerca de lo que parece

Chile se encuentra en una época de muchos cambios, un proceso sin igual en sus últimos 25 años de historia. Y aunque a veces no nos parezca, Chile hoy tiene el mundo a sus pies. Sin embargo, hay varios factores que a muchos le juegan en contra a la hora aprovechar este escenario.

Ya no es un misterio para nadie: Latinoamérica está dando de qué hablar en el mundo entero.

Durante los últimos años países como Chile, Colombia o Perú vienen presentado números en sus economías que son inmensamente mejores que los de tradicionales países desarrollados y estables como Inglaterra, Estados Unidos o Francia.
Incluso, más que eso, las economías de éstos y otros países sudamericanos no sólo crecen más que el mundo desarrollado, sino que hoy en día el riesgo de una crisis es mucho menor que en aquellos lugares que históricamente tomamos como un ejemplo a seguir.
Veamos un par de números que nos ayudan a pensar en ese sentido…
La deuda de Gran Bretaña se sitúa en casi el 65% de su producto interno bruto, la de Estados Unidos es de poco más del 100% y la de Japón supera el 200%. En cambio, la de Colombia no va más allá del 46%, la de Perú es de sólo el 22% y la de Chile, mejor aún, apenas llega al 11% de su PIB.
Incluso, Chile no sólo se contenta con tener poca deuda, sino que también tiene un fondo de reserva por US$ 15.000 millones, en el caso de que sea necesario estimular a la economía en tiempos de crisis, como sucedió en el año 2009.
Y no es lo único. En los números de otro ítem importante, como es desempleo, se puede observar algo similar: mientras el índice de desocupación en los países desarrollados está en 7,9%, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en Latinoamérica este ratio está en 6%.
En Chile, para ser más específicos, 6,28%.
Éstas y otras cifras nos demuestran que las naciones de nuestra región están en mucha mejor situación que muchos de sus pares desarrolladas de cara al futuro.
Hoy muchos ciudadanos de Chile, Colombia y Perú, por seguir con los tres ejemplos del inicio, tienen mucha mayor probabilidad de generar más ingresos y ahorros, para luego invertir este dinero y en definitiva cambiar el futuro financiero de ellos y sus familias para siempre.
Ahora, ¿está esto pasando?
Bueno, es complicado obtener datos concretos sobre esta tendencia, pero todo hace pensar que la respuesta es “no”.
Si bien los ciudadanos de países como Chile pueden estar generando muchos más ingresos que décadas atrás, el mundo de las inversiones personales no se ha desarrollado de la misma forma. Esto quiere decir que la mayor cantidad de personas que está pudiendo generar mayores ingresos no está ahorrando, sino que está gastando ese dinero.
Y si de alguna forma logra desarrollar la disciplina suficientemente para ahorrar parte de esos nuevos ingresos, no los invierte.

LOS CUATRO ENEMIGOS DE SUS FINANZAS
¿Por qué pasa esto? Si bien la respuesta puede venir por un conjunto de factores, hoy le voy a acercar cuatro, que son los que me parecen más relevantes:
El primer factor viene por parte de la abrumadora presión comercial que vivimos todos los días para consumir más. Desde celulares hasta autos nuevos. De ropa a joyas. De alcohol a viajes… la publicidad nos agobia.
Su truco es asociar la felicidad con el acceso a determinados productos o experiencias. Por lo tanto, cuando una persona o familia logra generar ingresos excedentes, lo más probable es que intente consumir algunos de esos productos, en vez de ahorrar o invertir ese dinero.
En el mundo en que vivimos, no gastar la plata ganada termina siendo una conducta casi “anti-natural”. La verdad es que se debe tener mucha disciplina para no gastar cuando estamos rodeados de una sociedad tan consumista.
El segundo factor que está en contra de la inversión de las familias latinoamericanas es algo muy viejo pero muy arraigado en nuestras sociedades: la idea del “Estado protector y paternal”. Esta idea se refiere a alguien que dice algo como: “no me voy a preocupar por armar un fondo de retiro porque el Estado estará siempre allí para protegerme y cuidarme cuando lo necesite”.
Algo de lo que, entre paréntesis, Chile ha venido dando algunas muestras en el último tiempo…
Pero bueno, la mala noticia es que el Estado seguramente no esté allí cuando lo usted lo requiera. Todo lo contrario, está pensando constantemente en cómo puede sacarle dinero de la forma más disimulada posible.
Verá, la clase política es como cualquier otra corporación: quiere más dinero para gastar, contratar amigos, tener más poder y reputación, y en definitiva ganar cada vez más votos y prestigio comprando voluntades. Por lo tanto, no se crea el cuento de que el Estado estará cerca suyo cuando el retiro llegue.
El tercer factor que hace que todavía no nos acerquemos tanto al mundo de las inversiones es la falta de educación financiera.
Hoy son miles y miles de chilenos los que aún no conocen todas las opciones que tienen a su disposición. Son realmente muchas y muy atractivas, pero para saber aprovecharlas hay que tener un mínimo conocimiento de cómo funcionan.
Si bien se están haciendo progresos en esa materia, al mismo tiempo en que las empresas financieras se desarrollan en la región, el tipo de educación que estas entidades están dando no es el mejor. Sucede que la gran mayoría de ellas lo que en realidad quiere no es ayudar a quienes operan a través de ellos, sino que generar comisiones. Es decir, se quieren quedar con una parte del dinero de las personas y esto implica grandes conflictos de intereses entre estas firmas y los inversionistas.
Lo cierto es que a veces las entidades financieras brindan algún valor agregado por esas comisiones que cobran, pero muchas otras no lo hacen. Por lo tanto, la educación financiera que viene de ellas puede ser peligrosa, porque puede ser que no le den todas las herramientas (ni las mejores) para ayudarlo a alcanzar el éxito financiero.
Es por esto que es necesario que el chileno de hoy aprenda más sobre inversiones, independientemente de lo que digan los bancos o las corredoras.
La buena noticia es que hoy, gracias a Internet, esto es mucho más fácil que hace 10 o 20 años. Puede tomar algún tiempo en ocurrir, pero tarde o temprano llegará.
El cuarto factor es un tema de objetivos. Conozco a muy pocas personas cuya meta sea, de verdad, llegar a ser financieramente libres. ¿Qué quiero decir con esto? Básicamente, tener el dinero para poder mantener el nivel de vida deseado sin la necesidad de trabajar todos los meses por el resto de su vida.
Ahora, de los pocos que se plantean esto, la mayoría fija objetivos financieros de corto plazo. En el mejor de los casos llegan a plantearse objetivos de mediano plazo, como por ejemplo comprar una casa o cambiar el auto o financiar un viaje grande. Pero nadie se fija el objetivo de construir un patrimonio que le permita generar ingresos pasivos sin la necesidad de trabajar.
Y lo concreto es que sin esta meta es complicado invertir en el largo plazo, que es a lo que todos deberíamos apostar.
Pero si usted es capaz de superar estos cuatro obstáculos que van en contra del futuro de sus finanzas personales, tendrá a su alcance una oportunidad única: la oportunidad de cambiar su futuro financiero y el de su familia para siempre.